En 72 horas podrían deportar a todos los extranjeros que estudian en Harvard

El gobierno de Trump revocó la certificación que permite a Harvard inscribir estudiantes internacionales. La universidad debe entregar todos los registros de sus alumnos extranjeros en tres días o perderán su estatus migratorio. La medida afecta al 27% de su matrícula.

Internacionales22/05/2025Muy SaltaMuy Salta
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En una decisión sin precedentes, el gobierno de Donald Trump revocó la certificación del Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio (Sevis) de la Universidad de Harvard, lo que impide de forma inmediata que inscriba a nuevos estudiantes extranjeros y obliga a los actuales a transferirse a otras instituciones si desean mantener su estatus migratorio legal.

La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, notificó la medida mediante una carta en la que exige a la prestigiosa universidad entregar, en un plazo de 72 horas, todos los registros de sus alumnos internacionales. Esto incluye documentación disciplinaria, grabaciones de audio y video, y cualquier material que los relacione con protestas o actividades consideradas “peligrosas”.

“Con efecto inmediato, se revoca la certificación del Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio (Sevis) de la Universidad de Harvard”, escribió Noem. Y agregó: “Que esto sirva de advertencia a todas las universidades e instituciones académicas del país”.

Actualmente, unos 6800 estudiantes internacionales cursan en Harvard, lo que representa el 27% de su matrícula. Entre ellos, hay 67 argentinos. La mayoría son alumnos de posgrado provenientes de más de 100 países.

Según el DHS, Harvard se negó a entregar registros solicitados sobre estudiantes vinculados a incidentes violentos, y la acusó —sin pruebas— de permitir agresiones contra estudiantes judíos y de tener vínculos con el Partido Comunista Chino. La medida es parte de una ofensiva más amplia contra universidades a las que el gobierno acusa de fomentar ideologías “antiestadounidenses, antisemitas y marxistas”.

Harvard respondió con firmeza. En un comunicado oficial, calificó la acción como “ilegal” y aseguró que está trabajando para proteger a su comunidad. “Esta acción de represalia amenaza con causar un daño grave a la comunidad de Harvard y a nuestro país, y socava la misión académica y de investigación de Harvard”, expresó la universidad.

Mientras tanto, un juez federal de California emitió una orden que prohíbe al gobierno deportar o detener a estudiantes internacionales por motivos migratorios mientras se resuelve una demanda judicial. La causa fue iniciada por alumnos afectados por cancelaciones abruptas de sus visas en abril.

El conflicto con Harvard forma parte de un plan más amplio de la administración Trump, que incluye recortes multimillonarios a universidades que se resisten a adaptar sus políticas a la agenda republicana y pedidos al IRS para que les retire beneficios impositivos.

 

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