Qué está pasando en Gimnasia y Tiro: todo lo que tenés que saber

Apuestas deportivas, amenazas armadas, escándalo en el vestuario y dos futbolistas fuera del club: Gimnasia y Tiro de Salta atraviesa su momento más delicado en medio de una crisis que mezcla juego clandestino, presiones externas y un plantel en alerta.

Deportes 22/05/2025Muy SaltaMuy Salta
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Gimnasia y Tiro de Salta está atravesando uno de los momentos más caóticos de su historia reciente. A la mala racha deportiva en la Primera Nacional se sumó en las últimas horas una crisis institucional de alto voltaje, con ingredientes que van mucho más allá de lo futbolístico: dos jugadores desvinculados, amenazas con armas de fuego, deudas millonarias y sospechas por apuestas ilegales.

Los protagonistas de este escándalo son Luis Olivera y Marcelo Herrera, defensores que llegaron como refuerzos para esta temporada pero que ya no forman parte del plantel profesional.

La amenaza que lo desencadenó todo
El detonante fue un hecho grave: dos personas armadas interceptaron a un dirigente del club en las inmediaciones del estadio y lo amenazaron exigiendo el pago de una supuesta deuda vinculada al jugador Luis Olivera. Según trascendió, los agresores reclamaban 30 millones de pesos y aseguraban que era plata que Olivera debía por apuestas deportivas. La frase que escuchó el dirigente fue clara: “Pagá lo que debe Luis”.

Este hecho generó una alarma inmediata en el club, que decidió excluir al jugador de la convocatoria para el próximo partido. Poco después, Olivera rescindió su contrato “por cuestiones personales y de común acuerdo”, según el comunicado oficial. No obstante, se supo que el jugador reconoció tener una adicción al juego y actualmente está bajo tratamiento profesional.

Comportamientos sospechosos en la cancha
La situación tomó mayor gravedad cuando se conocieron detalles del partido ante Deportivo Madryn, donde Olivera fue expulsado tras recibir dos tarjetas amarillas en circunstancias llamativas: una a los 35 minutos del primer tiempo, y otra apenas arrancado el complemento. Esto despertó sospechas internas sobre un posible arreglo vinculado a apuestas en vivo, una modalidad muy común en el circuito ilegal.

Marcelo Herrera, otro jugador afuera
En paralelo, Marcelo Herrera también quedó afuera del plantel. En su caso, el club informó que la desvinculación fue por “indisciplina”. El defensor se mostró molesto por un cambio táctico que lo dejó fuera del equipo titular y abandonó un entrenamiento sin hablar con el DT “Teté” Quiroz. Desde el club consideraron esto como un acto grave y rescindieron su contrato.

Sin embargo, fuentes cercanas al plantel sostienen que su salida también estaría relacionada con el clima de tensión generado por el caso Olivera. Algunos referentes del vestuario habrían pedido que los implicados en temas extrafutbolísticos se alejaran del grupo: “O se va él o lo echamos nosotros”, habría dicho uno de los líderes del equipo.

Un vestuario en estado de alerta
El miedo dentro del plantel es real. Tras el viaje a Buenos Aires, varios jugadores notaron actitudes extrañas y se generó un clima de desconfianza y preocupación. La dirigencia busca contener la situación para evitar que la crisis escale aún más, pero la incertidumbre es total.

Un reflejo del avance del juego clandestino
Este escándalo no solo deja al descubierto la fragilidad institucional del club, sino también el avance preocupante de las apuestas deportivas ilegales en el fútbol argentino, especialmente en categorías como la Primera Nacional. La combinación de bajos salarios, presiones económicas y falta de controles genera un terreno fértil para que mafias del juego clandestino operen con total impunidad.

Gimnasia y Tiro intenta reorganizarse en medio de esta tormenta, pero el daño ya está hecho. Los jugadores involucrados se fueron, el club quedó expuesto, y la sombra de las apuestas sigue proyectándose peligrosamente sobre el fútbol del ascenso.

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